Agua inquieta, embalsamada.
Calma líquida, contenida.
Torrentes de niños
cruzan el tiempo
ansiado de las olas.
La vida del mar
la cuentan las olas.
No se entiende su misterio
sin haber sido náufrago.
Niños en la piscina
como mar que empieza.
Motril, 5 de mayo de 2012
Para Beatriz y sus niños.
Francisco García Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario