El Castillo del Terror
Había una vez dos amigos que se llamaban Turo y Lily con sus padres en un parque de atracciones. Se montaron en todas las atracciones menos en una: el castillo del terror. Todos decían que daba un montón de miedo, pero al final decidieron montarse. Estaba super oscuro con un montón de cosas espeluznantes. Cuando salieron estaban super asustados, pero... ¡les encantó!
Al día siguiente se subieron cinco veces y a la quinta vieron una cosa muy extraña; un hombre salía de una puerta arrastrando una caja con agujeros y se oyeron unos ladridos. Cuando se acabó la atracción fueron a casa de Turo a investigar. Turo se dio cuenta de que Orégano no estaba. Orégano era su perro, pero era un perro muy especial, ya que podía hablar y escribir.
¿Y si dentro de la caja estaba Orégano? Además, y si iba ahí ¿para qué lo querían? ¡Había que descubrirlo! Pero eso ya sería mañana, porque era la hora de cenar.
Al día siguiente, cuando el castillo abrió, se montaron los primeros. Decidieron que cuando nadie mirara se bajarían del vagón y esperarían a que apareciese el hombre de la caja. Justo cuando apareció, le siguieron y... ¡llevaba otra caja!. Les llevó hasta una puerta muy grande, cuando entró dejó la caja y se fue por donde había venido. Entraron por la otra puerta, y allí vieron un montón de jaulas y en una de ellas estaba Orégano. Entonces se oyeron unos pasos. Turo y Lily se escondieron.
Una voz ronca dijo:
-¿Qué le parece señor Roc?
-Muy bien, nos darán bastante dinero.
-¿Cómo?
-Los venderemos por todo el mundo, a espías y detectives, porque tienen cualidades especiales.
-¡Ah! ya lo entiendo, seremos ricos.
Mientras, desde el rincón....
-Cuando se vayan avisaremos a tu padre- le dijo Lily a Turo
-¿Pero qué haremos con Orégano?
-Luego lo liberaremos. Ahora, vamos, parece que se han ido.
-Sí, vamos a salir de aquí.
Cuando salieron fueron a avisar al padre de Turo.
-Papá tenemos que entrar en el castillo del terror.
-¿Por qué?
-Tú ¡ven!
-Vale, vale, ya voy.
Entraron y volvieron a ver al hombre, saltaron y lo siguieron hasta la puerta.
Se escondieron y cuando el hombre se fue, salieron de su escondrijo. Cuando el padre de Turo vio todas las jaulas llamó a la policía y en pocos minutos estaban allí. Liberaron a todos los animales y arrestaron a Roc y a su ayudante. Y todos los animales volvieron con sus dueños.
Escrito por Antonio J. Granados Espinar 3º C
Lily y Turo en la pirámide egipcia
Érase una vez un niño que se llamaba Turo y una niña llamada Lily. Un día Turo y Lily fueron al parque de atracciones y de pronto escucharon un ruido muy raro, pero el resto de la gente no lo escuchó, solo Lily y Turo. Al rato se apagaron las luces y se encendieron, pero nadie hizo caso; después empezó a temblar el suelo y a apagarse las luces, de nuevo. Después Lily cogió su mochila y sacó una linterna y bajó del tiovivo, dio vueltas hasta encontrar a Turo; se dieron la mano y se escondieron en un puesto de palomitas. Al cabo de un rato se encendieron todas las luces del parque pero... ¡qué desastre!, exclamó Lily, ¡la gente ha desaparecido!, dijo Turo.
De pronto, se vio una luz en la casa de los fantasmas. ¡vamos!, dijo Turo
- No, me da miedo, añadió Lily,
- Venga, insistió Turo
- Vale, contestó Lily.
Los dos fueron hacia la puerta y la abrieron, entraron y se escuchó un ruido. Entonces, se dieron la vuelta y la puerta no estaba... ¡se había convertido en una pirámide egipcia!
- ¡Qué chulo!, dijo Turo
-Sí, chulo, contestó Lily, ¡date la vuelta!
Entonces, miró detrás suya y había una bola gigante con un perro encima.
-¡Ahhhh!, gritó Turo
- ¡corre, corre!, gritó Lily.
El perro saltó a los brazos de Lily y el perro le dijo:
- Atenta, ahora va a salir una palanca de la pared, pulsa y la bola se caerá.
- ¡Ahhh! ¡un perro que habla!, gritó Lily asombrada.
- Ahí está la palanca, ¡pulsala!, dijo Turo
Lily pulsó la palanca y la bola se cayó en un agujero desconocido...
-Hola, soy Orégano, dijo el perro
- ¿Orégano?, dijo Turo
- Pero si tú eres el perro de mi vecina María ¿Pero, cómo has aprendido a hablar?, preguntó asombrada Lily.
- Yo no he aprendido a hablar
- ¡Ah! Entonces, sabes hablar desde siempre, dijo Turo.
-Sí
De repente, interrumpiendo su conversación, se escuchó una risa "ja, ja, ja, ja" y una voz:
- ¡Habéis caído en mi trampa!- entonces se abrió n portal mágico y salió Roc, el malvado, malvadísimo. Y los capturó, los puso junto a los demás niños que habían desaparecido.
-Lily,¡todavía conservas tu mochila!
- ¡Es verdad! Turo con tu mano puedes abrir la parte pequeña de la mochila, ahí llevo unas tijeras, cógelas y corta la cuerda, le explicó Lily.
Turo siguió las instrucciones de Lily. Cuando terminó Lily le ayudó a liberar a los demás aprovechando que Roc se había quedado dormido, entre todos lo ataron y ¡por fin! decidió rendirse.
Lily y Turo cogieron a Orégano y volvieron a casa.
¡Menuda aventura!, dijo Lily, ha sido muy divertido.
FIN
Escrito por Lucía Sierra Bautista 3º C
Estos dos cuentos son el resultado del Taller de Escritura que realizamos el jueves. Todos y cada uno de los alumnos y alumnas escribieron un cuento con unas pequeñas pautas: unos personajes y un lugar dado. A partir de ahí el resto es su propia inventiva. Los trabajos están expuestos en clase.
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